Pastel de Toffee

Uno de los pasteles más dulces, sin rozar la indigestión provocada por un exceso de azúcar, es este sencillo bizcocho que se remata con un caramelo fundido que se hornea a modo de peculiar frosting.

Antes de hacer el bizcocho he elaborado una crema de toffee con nata, mantequilla salada y azúcar moreno del que se añadirá una parte a la mezcla del bizcocho, y el resto acabará creando una fina película de caramelo tostado sobre éste en un segundo horneado.
Es un bizcocho muy sencillo que lleva un ligero toque de dátiles. Pero una de las cosas que más sorprende de él es que cuando llegas al final de la porción te encuentras con un jugoso colofón de caramelo suave y ligeramente tostado.

Un pastel que he preparado para muchas ocasiones. Me lo han encargado para cumpleaños y también para cenas, además resulta apto para todos los públicos.

Millionaire's Shortbread

Teníamos prevista una reunión familiar y decidimos hacer una merienda.
¡Ni que decir tiene que no desaproveché la ocasión! Me decidí a hacer unas pruebas con una receta que hace tiempo tenía guardada y con una variación sobre otra de la que ya habréis visto otras versiones.
Quería seguir probando con los financiers, ya que es uno de mis dulces favoritos y admiten innumerables versiones. Así añadí unos pistachos a las almendras antes de picarlas. Yo aprovecho para poner también el azúcar. De esta manera, al mezclar con las claras montadas, no necesito trabajarla mucho y estas no pierden mucho aire.

Su aspecto no varió mucho de la presentación clásica. Solo un leve toque verde que no se aprecia demasiado en la fotografía.

Aunque muy suave, el gusto final a pistacho daba un toque especial. Creo que es una versión que repetiré.
Espero que no os canséis de ver financiers porque amenazo con seguir variando sobre ellos...

El patio estaba muy agradable. La temperatura de la tarde no era nada elevada y el té caliente resultaba agradable. No restó importancia a los dulces, que serían los protagonistas de la tarde... ¡justo lo que yo quería!

Aunque hace poco que había hecho una, la Tatin resultó elegida de nuevo. Yo ya sabía que el éxito estaba asegurado, así que con ésta estaba tranquilo.
Más nervioso estaba con la última preparación que había elegido.
Nunca había hecho un shortbread, así que temblaba mientras la estaba haciendo y más cuando veía que se acercaba el momento de cortarlo y ver los resultados...
El shortbread es una galleta típica escocesa que se elabora con muy poco azúcar, resultando una masa compacta y que se desmiga al cortarla y al morderla.
Aunque se puede hornear cortada en piezas de diversas formas para conseguir unas galletas, yo me decidí a hacerla en una pieza para terminarla de una manera un poco más sofisticada.

Cubierto con una capa de dulce de leche y otra de chocolate negro, el Millionaire's Shortbread es un postre que sorprende por su combinación de sabores y texturas. Son dos preparaciones compactas unidas por un corazón cremoso, y el sabor del chocolate amargo combinado con el sabor altamente dulce del toffee consiguen en boca una sensación excitante y poderosa, duradera a la par que sorprendente.

Resultó tan exquisito que alguien decidió que para su siguiente cumpleaños quería una igual... Así, hoy he preparado otra que espero que haya salido mejor todavía!!

Tarta Tatin

Parece que esta famosa tarta tiene su origen en la casualidad... pero también es posible que todo sea un truco de marketing y que las famosas hermanas Tatin, que la crearon en el hotel que regentaban en Francia hacia 1889, usasen esa triquiñuela para introducirla entre sus clientes.
La Tatin es una tarta invertida, ya que la masa que se hornea cubriendo la fruta quedará debajo de esta cuando la desmoldemos porque daremos la vuelta aún en caliente a esta preparación de su molde al plato.
Originalmente, las hermanas usaron manzanas. Así he hecho yo en esta ocasión, pues quería probar la receta desde el principio. Siempre hay tiempo para variarlas. Las que tenía hoy en casa eran Royal Gala, y creo que han dado buen resultado, pues son unas manzanas que soportan bien la cocción sin deshacerse. 

También es muy importante disponer de un molde adecuado donde hacerla, ya que es muy recomendable cocinar las manzanas en el caramelo durante un tiempo al fuego, antes de meter al horno las manzanas y la masa. Me gustaría tener este, la cocotte. Pero ya sabéis que en las cocinas no suelen caber muchas cosas y ya tenemos muchas... Yo me las he ingeniado perfectamente con mi molde de cristal, que ya habéis podido ver en la entrada de la tarta de frutas.

Es un molde que se puede poner directamente al fuego. Ahí trabajaremos las manzanas antes de meterlas al horno cubiertas con la masa. Yo he usado una masa de hojaldre, pero también podemos usar pasta brisa o masa quebrada. 

Es una receta de elaboración muy sencilla. Y si comparamos el poco esfuerzo realizado con el resultado final, yo puedo asegurar que se trata de una de las recetas más efectistas que conozco. Yo he hecho en esta ocasión la receta del famoso Jamie Oliver, y la recomiendo especialmente. Él carameliza las manzanas en calvados, aunque yo no tenía y he usado un buen licor de brandy, y el resultado es exquisito.

Esta es la preparación recién salida del horno, antes de dar la vuelta. Y a continuación unas fotos de la tarta ya lista para servir.

Se puede tomar fría. Pero una de las presentaciones más habituales es con helado de vainilla sobre la porción de tarta caliente. El helado se derrite y cubre la tarta de una salsa fría que contrasta con la manzana y el hojaldre calientes.
Anoche la tomamos así... pero nos gustó tanto que cuando recordé que quería fotografiar la presentación, quedaba muy poco en los platos.
Pero repetiré pronto y prometo unas fotos.

Té frío

Hay muchas formas de aliviar el calor en estos días. A todos nos vienen a la mente muchas bebidas que estamos acostumbrados a ver en los estantes de los supermercados o en las neveras. Todas nos mitigan la sed por unos momentos, pero las más de las veces el consuelo es pasajero y al rato queremos más de lo que sabemos que no va a quitarnos la sed ni tampoco hacernos olvidar el calor. Esos refrescos embotellados que nos venden como la panacea de la felicidad y la alegría no nos alivian porque tienen altas concentraciones de productos químicos y de azúcares refinados que solo engañan a nuestros sentidos.
Es posible que la felicidad no se embotelle nunca...
Llevo muchos años sirviendo té, e intentando siempre convenceros de que un buen té no es tan difícil de preparar. Unos pasos sencillos y la fórmula estará lista después de unos minutos.
Hoy quiero explicar la forma de preparar el té frío, ya que son muchos los que me preguntan después de probarlo como lo preparo.
No sabemos muy bien quién fue el primero que pensó que una bebida que en principio debe tomarse caliente resulte tan rica si se bebe fría. Yo he visto más de un artículo al respecto y, la verdad, es que tampoco es tan importante. Además es posible que, como muchas otras cosas sea el producto de la casualidad, y fuese alguien que dejó su taza de té enfriarse más de lo habitual y se acordase de ella un tórrido día de agosto...

Lo primero es tener en casa un té de calidad. Mi elección es la marca alemana Oasis, que solo comercializa infusiones y té ecológicos y de comercio justo certificados. Su calidad está por encima de muchas otras que conozco y siempre tienen en stock cosechas recientes y variedades para todos.
Yo siempre caliento la tetera donde voy a preparar la infusión, porque el aroma del té se libera mejor. Así pongo a calentar un poco de agua que llevo a ebullición y pongo en la vasija. Y pongo a calentar el agua que voy a utilizar para preparar el té.
Mientras, busco el té que quiero beber. Puede ser negro, verde, rojo o blanco, cualquier té va a dar un buen resultado. Y como sobre gustos... yo recomiendo un té con cítricos o con frutas del bosque, pero también resultan muy agradables los tés de especias.
También valen estos consejos para preparar el rooibos frío.
Elijas el que elijas el proceso es el mismo.
Así, tenemos la tetera caliente. Desechamos el agua que tiene y ponemos las hojas de té en la tetera o en un infusor. La cantidad de té será aproximadamente unas seis o siete cucharaditas rasas para cada litro de té que queramos preparar.  Cuando el agua esté caliente (no me gusta que hierva, y hay unas tablas de temperatura para cada tipo de té; aquí, podéis consultarla) la vertemos sobre las hojas y lo dejamos reposar el tiempo que deseemos, desde el tiempo mínimo que cada té debe reposar hasta unos diez minutos, dependiendo de tus preferencias.
Una vez reposado es el momento de colar la infusión y endulzarla, si es que os gusta así. Con azúcar, miel o algún edulcorante. También según tu gusto. Es aconsejable endulzar el té antes de que se enfríe porque disolveremos el azúcar más fácilmente en caliente que en frío.
Podemos dejar enfriar la infusión y meterla al frigorífico o enfriarla con hielo y ya está lista para servir. Si la enfriamos con hielo debemos tener en cuenta que hemos de hacerla en menos agua y completar con hielo hasta la cantidad deseada.
Nada más fácil, ¿no?

Así, unos cubitos de hielo en un vaso, una rodaja de limón o unas hojas de menta o hierbabuena y ya tenemos un refresco saludable y reconfortante, estimulante y relajante a la vez.
Espero que estos consejos os sean útiles.
Y que el té os acompañe...

Magdalenas

Nunca había hecho magdalenas, pero hoy alguien quería merendarse unas y no he dudado en recurrir a un recetario y hornear unas que han salido muy ricas (está mal que yo lo diga, pero no solo he sido yo el que las ha probado...)
Es una receta sencilla pero me ha resultado muy sabrosa y ligera.
Huevos, mantequilla semisalada, azúcar y unas cuantas pasas.
Aquí podéis ver el resultado.

Tarta Sacher

No sé cuál será la tarta que más veces he preparado. Pero, sin duda, una de las más famosas es la Sacher.
Es posible que muchos obviarán este comentario, porque ¿quién no ha probado esta tarta alguna vez? Pero siempre hay algo que contar aún a riesgo de repetirme.
Se trata de una receta originaria de Austria. Y sobre la propiedad de la misma han tenido que intervenir hasta los tribunales del país, por lo que no voy a ser yo el que diga que esta que yo cocino sea la original. De hecho nunca me ha parecido necesario admitir que la mía es una versión que, después de años elaborándola es una 'tarta de chocolate con relleno de mermelada de frambuesa' a la que llamo con ese nombre ¡para simplificar!
De hecho, desde que empecé a hacerla, tomando como base una receta que encontré casi por casualidad, ha sufrido múltiples variaciones. Algunas fueron mejoras que surgieron de 'errores' que cometí en alguna ocasión y que resultaron incorporados a la receta porque, como muchas otras veces a lo largo de la historia de la repostería, se convertirían en logros. Otras veces, del fruto de la experiencia.

Como veis, la tarta Sacher es una tarta para los amantes del chocolate. Un bizcocho de chocolate negro con un toque de almendras y de vainilla cubierta por una fina capa de chocolate crujiente. Realzada, eso sí, con un relleno de mermelada.

Yo hago el relleno con mermelada de frambuesa. Hay quien utiliza la de albaricoque (en el famoso hotel que da nombre a la tarta es así). Para mí, el contraste del sabor ácido de la frambuesa y el amargor del chocolate es la combinación que más me gusta.
También me gusta poner este relleno sobre la tarta y cubrirlo, una vez frío, con el chocolate de la cobertura. Hay quien corta la tarta para poner el relleno en el medio. Para mi gusto, así el relleno empapa el bizcocho y el resultado es distinto.

Puede ser un inolvidable regalo de cumpleaños...

O también el complemento perfecto a un té en una buena compañía.
Aunque a mí no me hace falta excusa alguna para degustar un trozo de Sacher en cualquier momento!!

Sponge Cake

Ayer me encargaron algo sencillo y vistoso, querían algo apto para casi todos los públicos.
Propuse algo ligero, el Sponge Cake o 'Tarta esponjosa'.

Aquí está el bizcocho recién salido del horno.

Se trata de un bizcocho muy ligero y suave que ofrece muchas alternativas de terminación. Rellenos, almíbares, coberturas y glaseados... Todo lo que nuestra imaginación sea capaz de crear. 

Es como veis la base perfecta para cualquier celebración, o para tomar un té una tarde cualquiera. Depende de cómo queramos acabarla. Además de ser de muy fácil ejecución, es muy económica. 

Hoy la he acabado con una ganaché de chocolate negro. Un acabado goloso y elegante. Al ser una cobertura blanda, no se romperá cuando se corte el bizcocho que es muy blando y esponjoso.

El retorno de la jugosa Tarta de Frutas

Otro clásico que va a estar presente desde ahora en el muestrario de 4 Gatos es una receta muy fresca, realmente apropiada para estos días de calor que ahora vuelven. Con ingredientes muy refrescantes, el resultado es a la vez lúdico y nutritivo.

Fruta fresca de temporada que puede variar según el mercado o los gustos del momento. Básicamente, manzanas tipo golden, peras, melocotones y plátano.

La fruta se dispone en el recipiente elegido para hornearla, previamente engrasado, y añadimos algunos frutos secos y ralladuras de cítricos.

Se trata pues de hornear la fruta durante un tiempo prudencial, si consideramos que luego vamos a tener que hornearla de nuevo para cocinar el bizcocho que sellará todo el conjunto.

Así va a salir del horno, solo queda desmoldarla sobre un bonito plato una vez enfriada y dejar asentar.

Como en la mayoría de las recetas, es preferible dejar pasar un día ya que su sabor se realza y conseguimos degustarla en su punto apropiado.
Es un dulce que soporta muy bien el paso de varios días. Yo diría más: ¡cuantos más días pasan más rica está!
Podemos servirla como más nos guste. Aquí dejo a vuestra imaginación los aderezos que más os inspiren. El más sencillo: con un toque de canela molida y un poco de azúcar glas...

Variaciones sobre los clásicos

Para empezar esta nueva etapa de 4 Gatos no se me ha ocurrido nada mejor que volver a un clásico y darle unos pequeños toques.
He tomado la receta clásica del financier y he añadido un par de ingredientes, con lo que tenemos dos nuevos en la lista de variaciones que ya antes había empezado a crecer.

He optado por dos ingredientes totalmente diferentes, siempre sobre la base de mi receta clásica.

En el de la derecha no he arriesgado mucho: solo he añadido unos arándanos deshidratados.

Así quedan. Sencillos pero agradables. Esa pequeña sorpresa les da un toque jugoso a la par que suave.

Para la segunda versión si he querido arriesgar más.
Hacía tiempo que quería probar un dulce con té verde, y aquí está por fin.

He utilizado té Macha ecológico de la marca alemana Oasis. El Macha es el té que se utiliza en la ceremonia japonesa. Se trata de un té muy especial, molido en molino de piedra tiene unas características muy particulares, que lo hacen el más indicado para utilizar en repostería añadido a la fórmula.

Para rematarlos he puesto unos pistachos encima, por lo del color verde....

El resultado es unos financiers con un leve toque herbáceo y ligeramente agridulces, que acompañan muy bien a un buen té.