domingo, 24 de febrero de 2013

Red Velvet

La Semana pasada, para celebrar san Valentín, me encargaron una tarta con motivos propios de la fecha.
Se me ocurrió que podría hacer una tarta que hasta ahora no os había presentado. Una tarta muy famosa, puesta de moda recientemente en diversos formatos.
La Red Velvet es muy popular en Canadá y, sobre todo, en el sur de los Estados Unidos, donde al parecer tiene sus orígenes. Es conocida desde finales del siglo XIX y la más famosa de las anécdotas sobre ella atribuye su creación al hotel Waldorf Astoria, donde una clienta enfadada con la cuenta difundió su receta.
Sobre su color, también tengo que decir que a lo largo de todo este tiempo ha ido variando. Hasta llegar a que en nuestros días se encuentran tartas rojas, encarnadas, porque se confía exclusivamente en el uso del colorante para darle el tono. También se usa para esto el jugo de remolacha.
Yo por mi parte prefiero confiar en la reacción química que se produce entre los ingredientes ácidos que se usan en su receta: buttermilk, cacao y vinagre. Para mantener el ph ácido, no se puede poner bicarbonato sódico, solo levadura. Pero no me voy a extender más pues no quiero aburriros. Solo decir que el color que conseguí, sin ser rojo, era de un agradable tono grana cercano al de algunos vinos tintos, nada brillante. Siento no tener fotos de la tarta cortada para mostraros, pues no pude hacerle fotos más que a la tarta entera...


Para terminar de darle un toque más acorde a la fecha rematé la tarta con unos pequeños corazones de chocolate negro.
El relleno y la cobertura es una crema de mantequilla con mascarpone.



Los clientes quedaron encantados, muy satisfechos. Y yo, claro, no puedo dejar de contároslo...

2 comentarios:

  1. ¡Que buena pinta!
    Estoy intentando recordar una película donde una chica empieza a hacer tartas caseras y acaba montando un negocio muy vintage...aiss que no lo recuerdo, pero tu me recuerdas a la película.

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    1. jajaja Me alegran mucho siempre tus comentarios. ¡Gracias, Espe!

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